Nueva Ley Ambiental CDMX en un País Letal
En noviembre de 2024, la Ciudad de México publicó su nueva Ley Ambiental, un esfuerzo legislativo que promete proteger la biodiversidad, garantizar un desarrollo urbano más sustentable y regular las emisiones contaminantes. Sin embargo, mientras estas reformas avanzan sobre el papel, la realidad en el resto del país pinta un panorama alarmante: México sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del mundo para los defensores del medio ambiente.
Una Ley Progresista en un Contexto de Crisis
La nueva Ley Ambiental de la CDMX introduce mecanismos importantes como:
- La restauración de ecosistemas dañados.
- Regulación más estricta de emisiones contaminantes.
- Participación ciudadana en la protección de recursos naturales.
Su aprobación fue celebrada por colectivos ambientales y legisladores como un paso importante para enfrentar la crisis ecológica en la capital. La incorporación de propuestas de activistas muestra un intento genuino por democratizar la toma de decisiones. Sin embargo, ¿qué tan efectiva puede ser una reforma local en un país donde proteger el medio ambiente te puede costar la vida?
México: Cementerio para Defensores Ambientales
Según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), México es uno de los países más letales para quienes defienden el territorio y los recursos naturales. Tan solo en el último año:
- Más de 500 agresiones han sido registradas contra activistas ambientales.
- Los principales responsables son empresas privadas, autoridades locales y grupos del crimen organizado.
- Las regiones más afectadas son aquellas donde megaproyectos mineros, turísticos e industriales chocan con las comunidades locales.
La violencia contra los defensores ambientales no solo queda impune, sino que se normaliza en un contexto de debilidad institucional. Mientras tanto, leyes como la de la CDMX, aunque progresistas, no abordan el problema central: la falta de protección para aquellos que se atreven a denunciar.
Un Contraste Inquietante
La Ley Ambiental de la CDMX, aunque ambiciosa, contrasta con la realidad nacional. Preguntas clave surgen:
- ¿Quién protegerá a los defensores ambientales?
La ley no incluye mecanismos específicos para proteger a los activistas dentro de la capital, un punto crucial si se toma en cuenta que la CDMX no está exenta de conflictos socioambientales. - ¿Se aplicará esta ley con firmeza?
La implementación será la verdadera prueba. La corrupción, los intereses económicos y la falta de recursos son obstáculos que podrían reducir esta ley a un acto simbólico.
¿Ley creada de manera ineficiente?
La nueva Ley Ambiental de la CDMX es un paso importante, pero no puede ignorar la realidad de un país donde defender el medio ambiente es sinónimo de peligro. Mientras México no tome medidas concretas para proteger a los defensores, cualquier reforma seguirá siendo insuficiente.
¿Será esta ley un cambio real o simplemente un parche en un sistema que sigue permitiendo agresiones y ecocidios?
